jueves, 13 de junio de 2013

LA PRIMA DEL RIESGO

Querido C.:

Hoy me he levantado acordándome de tu madre a quien le apasionaban cosas tan dispares como la política, la música clásica, en especial Schubert, las quinielas, los ciegos y sobre todo una buena e interesante conversación. Todas ellas son comprensibles y no tienen mayores dificultades, ahora bien, siempre me llamó la atención cómo seguía con apasionamiento todo lo relacionado con la política, desde la marcha de Franco a la entrada de la democracia. Me extrañaba mucho su tendencia republicana y los comentarios que solía hacer para sí misma sobre la monarquía. Algunos comentarios podía entenderlos pero otros se me escapaban, hasta cierto punto lógico, si tenemos en cuenta que yo era muy joven y no conocía otro régimen político que el de Franco. Años después, cuando las aguas se calmaron y la democracia iba pisando el suelo español con más autoridad y mis conocimientos se ampliaban en la Facultad de Historia, comprendí mejor a tu madre. Supongo que, como muchos de su época, hablaban desde la experiencia vivida, aunque no del conocimiento exacto de los hechos pues no pudieron ahondar en los entresijos de lo que sucedía en aquellos tiempos más que de forma sesgada, por habladurías y por resultados. Las causas de los hechos, probablemente se le escapaban. No obstante, era inteligente, vivió los años de la república, la guerra civil , la segunda guerra mundial y, durante las dos últimas, trabajó en una empresa alemana. Así que, cuando opinaba sobre alguna cuestión de política, no me extrañaba demasiado que supiera manejar los términos adecuados con tanta precisión, pero sí me llamaba la atención que, siendo mujer, estuviera tan bien informada,  incluso mas que un hombre y se atreviera a entrar en un debate con ellos con la mayor naturalidad.

          LA PRIMA Y EL RIESGO
        Me imagino que estarás preguntándote por qué saco todos estos recuerdos, pero es que no he podido menos que acordarme de ella cada vez que enciendo la tele y veo las tertulias y debates sobre la política del día a día. Y una de las cosas que más me ha llamado la atención es el parte diario de la "Prima del Riesgo" como yo la llamo. Para los economistas y los políticos puede que esté muy claro, pero lo que es para los 33 M de españoles restantes, entre los que me incluyo, ni mu. Creo que Riesgo nunca imaginó que iba a hacerse tan famoso a costa de una prima lejana, hija de su tía la Bolsa y hermana del engominado Ibex 35. Riesgo siempre fue un tío tímido, apenas perceptible antes de la democracia, pero en cuanto se hizo mayor tuvo claro que lo que a él le gustaba era el riesgo, de ahí el apodo que le puso la familia política. Hacía de doble en las películas, en las series de asesinatos, donde podían tirarlo desde una ventana de un rascacielo a lanzarlo al vacío desde una azotea. Otras veces, montando a caballo, era capaz de ponerse de pie en la grupa del mismo y lanzarse hacia el otro que galopaba a su lado con la intención de tirarlo al suelo... En fin, toda una serie de riesgos que se lo pedía el cuerpo, como solía decir jocosamente. Todo eso le divertía, cobraba un buen sueldo y su filosofía de vida era "a vivir que son dos días". Pero de pronto, sin comerlo ni beberlo, ve como su nombre aparece en todas la televisiones, revistas especializadas, debates económicos y demás hierbas de todo el mundo, nada menos que por causa de su prima, que unas veces ganaba 600 puntos y otras caía en picado hasta los 280, algo que para él era del todo incomprensible. Y para más enjundia, lo asociaban con él, que apenas la conocía, como si tuviera la culpa de esas subidas y bajadas que tanto estaban dando de que hablar y que él desconocía; para empezar lo de los puntos.
 
      ¿Crees que tu madre, de existir hoy, sabría explicarnos lo que es la Prima del Riesgo"? Seguro que si. Nos daría una charla, eso sí, en la playa y bajo una sombrilla, todos sentados a su alrededor oyendo con atención y tomando apuntes sobre lo que significaba la Prima y el Riesgo y la explicación de por qué una no puede existir sin el otro. ¿Ves? Esas son las cosas que echo de menos, una buena explicación política-económica,  a ras de suelo y comprensible, algo que hoy solo está al alcance de unos pocos. No me extraña que se vea tanto la telebasura, como llama la gente a los programas absurdos, horteras y sensibleros; hablan en un lenguaje que la gente entiende: insultos, palabrotas, gritos... y no digamos las vestimentas y peinados. Algunos están francamente bien, nada que decir, pero otros ¡agüita! parecen sacados de una gala de Drag Queen. Pero es lo que la gente entiende, no en balde nos hemos currado ser el país con más abandono escolar de toda Europa y si me apuras de todo lo que llamamos primer mundo. ¡Ah, cuánto echo de menos a tu madre! lo primero que nos diría es que, no es la Prima del Riesgo, sino la prima de riesgo y luego se lanzaría a hacer lo que más le gustaba: sembrar la semilla de una buena discusión sobre el tema. En fin, un recuerdo más para ella, y para ti, acuérdate de que, como buen hijo suyo, tienes que sacar el mayor provecho de la "millonaria" herencia de tu padre que, según me dijeron, va con viento de través.

    Como dice Riesgo: "A vivir que son pocos los días y si algo te cae de la herencia estállatela en lo que más te guste, pues para el otro mundo vamos desnudos".

     Buena suerte y buenos días. (Creo que la cita es de una película, no me acuerdo de cual), pero viene al caso. Besos amontonados.
Ana.
                     

1 comentario:

  1. Bueno, hay una película de George Clooney que se llama Buenas noches y buena suerte.
    Qué bonito lo que escribes de tu madre, y es verdad, era una mujer inquieta, inteligente y al día de todo.
    Ana, una curiosidad, cuánto tardas en escribir cada artículo? se lee muy rápido porque tiene mucho ritmo.
    Bueno, hasta la próxima...besos...

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